El Grupo Español de Dermatología Estética y Terapéutica (Gedet) de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) ha tratado durante su XXIX Reunión el concepto del exposoma, un término acuñado en 2005 por el científico Christopher P. Wild, director de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer, como el conjunto de factores de exposición a los que está sometida una persona desde el momento de su concepción hasta que muere.
Recientemente, se han definido siete factores de exposoma externos y modificables que afectan al envejecimiento de la piel: radiación solar, contaminación, tabaco, temperatura, nutrición, estrés, falta de sueño y uso de cosméticos.
Hablaremos de estos factores uno a uno y brevemente para dar una explicación de lo importante y lo frecuente que son en nuestro día a día.
*1. Radiación solar: Diferentes estudios han demostrado que tanto la luz visible como la radiación ultravioleta impactan sobre la piel. Las personas que no utilizan fotoprotección solar diaria envejecen un 24 % más que aquellas que sí lo utilizan.
*2. Contaminación: A más exposición a partículas pequeñas, niveles de dióxido de nitrógeno y niveles altos de ozono mayor número de manchas en la piel y formación de arrugas.
Disponemos en el mercado cada vez más cosmético para combatir y proteger nuestra piel contra estas partículas tan dañinas para nuestra piel.
*3. Tabaco: Al igual que la contaminación fumar, produce que nuestro cuerpo un envejecimiento celular.
*4. La temperatura: Con los cambios de temperatura en nuestra piel también se produce deshidratación. Sea el frío del invierno, el viento o incluso la calefación en exceso. Los choque térmicos en invierno, son muy comunes y esto no ayuda a nuestra piel. Pero esto en verano también pasa, el exponernos al sol en exceso la piel también le ocurre lo mismo.
*5. Nutrición: Una mala alimentación no favorece que nuestro cuerpo trabaje correctamente y tenga carencias de vitaminas, oligoelementos, etc…Una dieta rica en antioxidantes puede retrasar los efectos de la vejez.
*6 y 7. Estrés y la falta de sueño: El estrés produce un desequilibrio hormonal y lleva a nuestro organismo a producir cortisol, conocida como “la hormona del estrés”.
De este modo, nuestro cuerpo produce otras hormonas con diferentes objetivos y el exceso de éstas conlleva a un desequilibrio que afecta directamente a la piel.
Hay estudios que indican que dormir menos de cinco horas por noche se vincula con más signos de envejecimiento y una reducción de la función barrera de la epidermis.
Practicar algún tipo de relajación antes de dormir o realizar deporte ayuda a mejorar el sueño. Los masajes con sus mucho beneficios para la salud, ayudan a descontracturar y relajan los músculos en tensión. Favoreciendo la bajada de estrés y mejorando el sueño.
7*. Cosméticos: Nos sirven de barrera frente algunas agresiones externas. Aquí estamos hablando de las protecciones solares también incluimos las protecciones de ciudad
que nos ayudan a bloquear tanto la contaminación, como las luces azules (aquella que emiten las pantallas de los dispositivos electrónicos).
Un buen asesoramiento en tratamientos y en cosmética es importante para ayudar a frenar y estimular nuestro cuerpo y cubrir las carencia que va teniendo nuestra piel.
Cuidarse tiene beneficios. ¿Sabes cuidar tu piel?…